
Desde la Municipalidad de Resistencia emitieron una resolución donde intiman a los comercios que cuenten con balcones gastronómicos a retirarlos en una plazo de 30 días. Según argumentaron, se trata de un nuevo tramo del ordenamiento del tránsito vehicular en la ciudad. Los gastronómicos, su parte, denuncian una decisión unilateral y adelantaron que recurrirán a la justicia.
La polémica por los balcones gastronómicos, generó un fuerte enfrentamiento entre la Asociación de Hoteleros, Gastronómicos y afines del Chaco y el Municipio Capitalino. “La medida mplica la adecuación de calles y avenidas a lo que determinan las normas nacionales y el Código de Tránsito”, explicaron mediante un comunicado de prensa.
Para las autoridades de Resistencia, es necesario avanzar “en la liberación de las vías de tránstivo vehicular cuyas calzadas se vean reducidas por instalaciones que las invaden; algo que sucede con los denominados “balcones gastronómicos””.
En este sentido, recordaron que los mismos habían sido habilitados por una Resolución en el marco de un contexto extraordinario como el generado por la pandemia de Covid 19 y el consiguiente Distanciamiento Social Obligatorio.
Ya sin pandemia, desde la gestión de Roy Nikisch entienden que deben cumplir con “las obligaciones que le competen y asumiendo la responsabilidad de evitar cualquier situación que pudiera significar un riesgo para automovilistas y peatones por igual”. Por lo cual, notificaron a los titulares de los comercios que deben removerlos en 30 días, plazo que vencería a mediado de agosto .
Gastronómicos advierten que la medida podría generar cierre de comercios y despidos
Matías Rafrt, presidente de la Asociación de Hoteleros, Gastronómicos y afines del Chaco, advirtió que varios negocios dependen de estas estructuras para realizar su tarea y retirarla, se traduciría en cierre de comercios y despido de personal.
El dirigente comercial también exigió que se avance en el control en los comercios informales, como los parripollos. “Si se busca regular, que se haga a todos por igual”, exigió en contacto con radio Natagalá.
Por su parte, Alejandro Vieta, dueño de Bronx Bar, cuestionó que la medida “fue sorpresivo, sin diálogo previo y debilita la confianza entre el sector privado y el municipio”.
También, en contacto con Natagalá, señaló que “resulta contradictorio: me cobran por algo que ahora dicen que es irregular. Pagamos impuestos, generamos trabajo, embellecemos la ciudad. Sacar los balcones es cortar toda una cadena”.
Por último, advirtió que recurrirán a la justicia para tratar de frenar dicha medida.
Foto de portada: Osvaldo Ramírez