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El estudio intenta comprender la situación de niños y niñas, adolescentes y jóvenes que se dedican a la actividad de “trapitos” en las ciudades de Corrientes y Resistencia y su vínculo con la escuela. “Perseguimos el propósito de entender sus visiones sobre la escuela, y cómo el sistema escolar podría contenerlos y no excluirlos”, indican los responsables del estudio.

La investigación, acreditada por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, se denomina “Trayectorias Escolares de niñas, niños, adolescentes, y jóvenes trapitos. Entre la calle y la escuela” y está a cargo del profesor Enzo Manuel Romero y la dirección del Dr. Claudio Núñez, investigadores de la Facultad de Humanidades.

El objetivo principal del estudio es caracterizar el vínculo que las niñas y los niños, las y los adolescentes y jóvenes trapitos tienen con la escuela, tanto de quienes asisten a alguna modalidad escolar, así como aquellos/as que debieron interrumpir su trayectoria escolar.

“Existen muchas miradas de la sociedad sobre los trapitos, por eso en el proyecto nos acercaremos a ellos y ellas desde la metodología biográfico-narrativa y desde los aportes que nos ofrece la etnografía, para ver cómo se reconocen en su actividad y qué representa la escuela en sus expectativas personales”, explicó el profesor Romero.

Respecto al porqué de estudiar la relación de “los trapitos” con la formación escolar, el Dr. Núñez comentó que la idea surgió de investigaciones previas sobre experiencias educativas de jóvenes en escuelas secundarias, en las que abordaron la realidad de trayectorias escolares interrumpidas, los factores incidentes en el abandono, en el regreso y en la permanencia estudiantil.

Esas investigaciones previas evidenciaron que el formato pedagógico del nivel secundario (que todavía guarda retazos de su matriz original), en gran medida aún no considera determinadas realidades propias de ciertos estudiantes.

Así, se dan situaciones en las que para muchos jóvenes se dificulta la asistencia escolar regular, junto a otras circunstancias que tienden a traducirse en abandono o expulsión del sistema escolar.

“Tras esos estudios previos, queríamos profundizar el abordaje de la realidad de ciertos grupos que no encajan en la matriz escolar tradicional, estudiantes que escapan a lo esperado por el sistema, que no coinciden con la idea de `alumno/a´. Así decidimos trabajar con niños, niñas, adolescentes y jóvenes trapitos”, sostuvo el profesor Romero.

Señaló que desde el enfoque metodológico desde el cual se posicionan es posible conseguir referentes subjetivos sobre la propia mirada de los trapitos en torno a sus vidas, a sus experiencias de trabajo en la calle y respecto a los tipos de vínculos que sostienen con la escuela.

Detalles del estudio

Por ello, el trabajo de campo consiste en visitas regulares a los lugares en los que se desenvuelven las personas en la investigación, estar horas en la calle junto a los trapitos, actuar como observador participante, y propiciar espacios de diálogo en los que puedan expresar sus apreciaciones sobre su vida en general, sobre la actividad que realizan y, particularmente, su relación con la escuela.

Para el estudio se consideran ciertas categorías como “personas en la calle”, “persona de la calle” o “personas en situación de calle”.

El primer grupo abarca a quienes mantienen vínculos familiares, pero que sin embargo pasan el mayor de su tiempo en las calles, realizando trabajos informales o mendigando.

La segunda refiere a aquellas personas que viven y “pernoctan” en las calles y que además han roto los vínculos con sus familiares, haciendo de la calle su hogar permanente.

La tercera categoría “personas en situación de calle” se utiliza para hacer mención a los dos grupos.

Primeras observaciones

“De las primeras observaciones podemos remarcar que es poca la vinculación de los trapitos con el sistema escolar”, señaló Romero.

Pero aclaró que, pese a la realidad de los trapitos de estar fuera del sistema escolar, la mayoría identifica a la escuela como algo necesario, como un lugar que le permitiría alcanzar mejores condiciones de vida. “Le dan mucho valor a la escuela y es algo que en nuestras hipótesis no estaba previsto”, acotó.

En referencia a los alcances del estudio, el Dr. Núñez, destacó que la investigación busca lograr una aproximación a la realidad de los trapitos y sus trayectorias escolares, sin generalizar los resultados que puedan hallarse, sino que sean una ayuda para entender y pensar en transformaciones educativas que puedan acompañar la vida de este grupo de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

“Esperamos aportar desde la visión que estas personas tienen sobre la escuela y cómo desde allí el sistema escolar podría contenerlos y no excluirlos”, finalizaron los responsables del estudio.

El profesor Enzo Manuel Romero es egresado del Profesorado en Ciencias de la Educación de la Facultad de Humanidades de la UNNE y actualmente cursa la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Es becario de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE.

El Dr. Claudio Núñez es docente de las asignaturas Pedagogía y Seminario de la Realidad Educativa de la Carrera de Ciencias de la Educación, de la Facultad de Humanidades, de la UNNE. Además, es Máster en Prácticas y Políticas de Innovación Educativa y Doctor del Programa de Políticas Educativas de la Universidad de Málaga (España).

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