El organismo informó mediante un memo la suspensión de “todas las contrataciones que prestan servicio en el mismo”. Algunas oficinas quedaron sin personal y cerraron sus puertas y en otras quedó el mínimo personal de planta.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Chaco denunció los despidos injustificados de la totalidad de los contratos que tenía el Instituto de Colonización de la provincia en las localidades chaqueñas. Incluso, aseguraron que en algunas ciudades se tuvieron que cerrar las oficinas del organismos por falta de personal.
Por medio de un memo firmado por la presidenta del organismo, Ana María Canata, se informó al personal que “debido a la reestructuración de las delegaciones y oficinas del interior” del organismo “se suspenden todas las contrataciones que prestan servicio en las mismas”. En el mismo documento, se aclara que “se produce el cierre definitivo de las oficinas de Colonias Unidas, Villa Berthet, Las Breñas y Sauzalito”. Posteriormente, en otro memo consecutivo, se dejó sin contratos también a tres mujeres que desempeñaban funciones en la oficina de Resistencia.
“Lastimosamente esto no nos sorprende. Fue la misma fórmula que aplicó el macrismo en su proyecto que fracasó rotundamente: vaciar los organismos que tienen territorialidad para poder administrar las tierras a su antojo, porque las y los trabajadores son quienes garantizan derechos para la población en general y a los pobladores en particular”, consideró la secretaria General de ATE Chaco, Dafne Zamudio. “Vamos a denunciar esta situación en la Justicia y esperamos tener una respuesta acorde a la gravedad de la situación. Pero también nos estamos organizando para resistir este tipo de violaciones sistemáticas a los derechos laborales y de la ciudadanía en general”, agregó. Desde el sindicato detallaron que el Directorio del organismo decidió dar de baja la totalidad de las contrataciones en Villa Ángela, Villa Berthet, Sáenz Peña, Charata, Machagai, Pampa del Infierno, Miraflores y Castelli. Se trata de aproximadamente 30 trabajadores y trabajadoras, la mayoría con 10 años de antigüedad o más. Algunas oficinas quedaron sin personal y en otras quedó el mínimo personal de planta.
Fuente: Eldiariodelaregión