Luego de la denuncia de vecinos sobre olores nauseabundos y de números peces muertos sobre la superficie del Río Negro, diferentes organismos municipales y provinciales intervinieron en la problemática. Desde APA señalaron que se trató de una baja de oxígeno disuelto en el agua. En tanto, el municipio realizó tareas de limpieza que incluyó el retiro de pescado muertos del caudal.
Desde la Administración Provincial del Agua, adelantaron que los análisis iniciales revelaron una concentración extremadamente baja de oxígeno disuelto en el agua, lo que sería la causa principal de la mortandad de peces.
Para Jorge Pilar, presidente de APA explicó en Radio Natagalá que esta condición podría estar asociada con la presencia de vertidos pluviales clandestinos en el sistema de drenaje que desemboca en el río Negro. En este sentido, descartó de que se trate de contaminación industrial.
Ante las denuncia de los vecinos, el equipo de los “Carpinchos” realizó este martes la limpieza del cauce del río que surca nuestra ciudad, en la zona de Villa Ávalos.
En ese marco, Rito Prado, Jefe de Departamento a cargo de Los Carpinchos, contó: “En esta zona vinimos a limpiar porque había muchos peces podridos; ahora quedó limpio, pero lo que sí hay es un muy fuerte olor a pudrición que no se va”.
Los Carpinchos constituyen la primera línea en la lucha por mantener en condiciones los espejos de agua en la ciudad y este caso no fue la excepción tras constatarse un fenómeno de mortandad de peces superior a la habitual.
“Habremos sacado entre 10 y 12 bolsas de pescado podrido, re podrido”, comentó Prado; operativo que demandó la movilización de un camión batea para trasladar lo acumulado, teniendo en cuenta que cada bolsa carga un promedio de 30 kilos aproximadamente.
“Dicen que esto puede ser porque le falta oxígeno al agua; no es la primera vez que sucede, en una oportunidad anterior habíamos sacado aún más”, continuó el jefe de los Carpinchos; situación que se ve potenciada porque “el río tiene poca agua y hay mucha contaminación”. “Basta ver lo negra que está el agua; cuando andamos limpiando se puede ver las conexiones clandestinas que van al río”, remarcó.
Ya curtidos por años de ver las escenas más inverosímiles en cada limpieza, Prado sentenció: “Nosotros estamos cansados de decirle a la gente que debemos cuidar un poco la naturaleza, pero hoy limpiamos y mañana ya está sucio de nuevo”.