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Una marcha convocada para rechazar el ajuste a los jubilados, a la que se sumaron hinchas y “barrabravas” de distintos equipos de fútbol y agrupaciones de izquierda, derivó en graves incidentes en las inmediaciones del Congreso, donde un masivo operativo de las fuerzas de seguridad impidió a los manifestantes reunirse en un punto de encuentro lo que derivó en un enfrentamiento con policías y gendarmes, que los dispersaron utilizando gases y detonaciones de balas de goma.

Los incidentes tuvieron lugar mientras sesionaba la Cámara de Diputados y terminaron con más de 120 manifestantes detenidos y una jubilada de 87 años, Beatriz Bianco, herida de consideración tras haber golpeado la cabeza contra el piso, como consecuencia de un empujón que le propinó un efectivo en la esquina de Callao y Rivadavia cuando quiso sacársela de encima.

A su vez, un fotógrafo recibió el impacto de una cápsula de gas en el cráneo y luchaba por su vida en el hospital Ramos Mejía, donde fue intervenido. Mientras que un policía de la Ciudad debió ser operado por una herida de arma de fuego.

El Ministerio de Seguridad dio a conocer datos específicos sobre detenidos y heridos durante el operativo de seguridad. Las Fuerzas Federales detuvieron a 25 personas y la Policía de la Ciudad aprehendió a 99. Los enfrentamientos dejaron 26 agentes heridos, uno de ellos con una herida de arma de fuego que requirió cirugía. Además, el SAME reportó 20 manifestantes lesionados, algunos trasladados a los hospitales Argerich y Ramos Mejía, donde uno permanece en grave estado.

Al otro lado de la plaza del Congreso, un patrullero de la Policía de la Ciudad fue dado vuelta e incendiado. La misma suerte corrieron decenas de contenedores de basura. La presencia de integrantes de hinchadas de fútbol, que se autoconvocaron luego de que la semana pasada hicieron cabeza de playa los simpatizantes de Chacarita, le otorgó a la manifestación un tenor mucho más áspero que las pacíficas protestas de los jubilados.

También la numerosa cantidad de efectivos, más de 1000 le imprimió a la protesta una dimensión que fue más allá de la anunciada aplicación del protocolo antipiquetes. Eso se terminó plasmando en la inédita cantidad de detenidos para una manifestación callejera.

La manifestación fue monitoreada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien entrada la noche aseguró: “Lo de hoy es de una gravedad inigualable. Muchas de las personas que vinieron a esta marcha, barras, agrupaciones de izquierda, miembros de agrupaciones kirchneristas, distinta gente que se nuclea políticamente para voltear al gobierno, vinieron preparados para matar”, dijo a LN+.

Si bien LA NACION no pudo constatar la presencia de los jefes de las barras, en la zona del Congreso se multiplicaron camisetas de Boca, River, Independiente, Racing, Estudiantes, Gimnasia, Argentinos, Tigre, Lanús, Ferro, All Boys, Atlanta, Temperley, Almirante Brown, Excursionistas, Deportivo Morón, Quilmes, Nueva Chicago y Los Andes, entre otros clubes. Las principales consignas decían “estamos con los jubilados”. También se vieron banderas del Movimiento Peronista Riverplatense y de los Hinchas de Gimnasia Autoconvocados.

Fuente: La Nación

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