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Cerca de las 11 de este sábado, Miryan Aguirre y su pareja se acercaron al Cementerio municipal de Resistencia para visitar la tumba de su hijo. Allí, se encontraron con la ingrata sorpresa del nicho violentado, con el vidrio de la puerta destrozado y la ausencia del cofre que contenía las cenizas de Mateo, quién murió cuando apenas tenías 21 días y hoy estaría cumpliendo 2 años.

“Era un cofre de vidrio con una urnita de fibrofácil. Al llegar al nicho mural sector L, su puerta de vidrio estaba rota», contó Miryan a VRN Noticias. “La urna tiene escrito el nombre Mateo Carlo Mignone. No tenía nada de valor monetario, sólo valor sentimental. Al que lo llevó, le pido que lo devuelva al cementerio”, suplicó.

Realizaron la denuncia correspondiente en la comisaría Tercera Metropolitana que intervino en la causa.

El caso de Mateo se suma a constantes denuncias que realizan familiares de difuntos alojados en el San Francisco Solano. Profanaciones, robos de placas recordatorias y objetos sentimentales y destrozos de tumbas y nichos son los más recurrentes.

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