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Por el Arq. Carlos G Robledo – Presidente de la Comisión Vecinal Villa Fabiana Sur

Deberíamos preguntarnos qué es el PLANEAMIENTO URBANO para saber que es el conjunto de instrumentos técnicos y normativos que se redactan para ordenar el uso del suelo y regular las condiciones para su transformación o, en su caso, su conservación. Comprende un conjunto de prácticas de carácter esencialmente proyectivo con las que se establece un modelo de ordenación para un ámbito espacial. Es un instrumento técnico que comprende, generalmente, una memoria informativa sobre los antecedentes y justificativa de la actuación propuesta, unas normas de obligado cumplimiento, planos que reflejan las determinaciones, estudios económicos sobre la viabilidad de la actuación y ambientales sobre las afecciones que producirá.

Deberíamos preguntarnos qué es el DESARROLLO SOSTENIBLE para comprender que puede definirse como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias.

Deberíamos preguntarnos qué es la ECOLOGÍA URBANA para saber quees una disciplina cuyo objeto de estudio son las interrelaciones entre los habitantes de una aglomeración urbana y sus múltiples interacciones con el ambiente.

Deberíamos preguntarnos qué es la GESTIÓN AMBIENTAL y saber que es el conjunto de diligencias conducentes al manejo integral del sistema ambiental. Dicho de otro modo, e incluyendo el concepto de desarrollo sostenible, es la estrategia mediante la cual se organizan las actividades humanas que afectan al medio ambiente, con el fin de lograr una adecuada calidad de vida, previniendo o mitigando problemas ambientales, potenciales o actuales.

Hemos enunciado conceptos o definiciones de PLANEAMIENTO URBANÍSTICO, DESARROLLO SOSTENIBLE, ECOLOGÍA URBANA Y GESTIÓN AMBIENTAL en la firme convicción de que la mayoría (algunos en su totalidad) no han sido tomados en cuenta al definir el proyecto de cambio de código de Planeamiento Urbano.

El proyecto no cuenta con un diagnóstico técnico-científico interdisciplinario que permita arribar a conclusiones certeras y profundas que, a su vez, sea conglomerante e inclusivo en cuestiones geográficas, sociológicas, demográficas, económicas y, principalmente ambientales. No plantea ni instrumenta un PLAN DIRECTOR de redes de infraestructura y comunicación que sirva como base para el futuro desarrollo de la ciudad tanto en el corto como en el mediano plazo. No sienta las bases de cómo y hacia dónde crecerá la ciudad, adelantándose en el tiempo, previendo y definiendo las vías de comunicación y las redes de infraestructura necesarias para que este crecimiento se implemente de forma ordenada, racional, coherente.

Más allá de que el Código de Planeamiento Urbano en vigencia data del año 1979, se evidencia claramente que este proyecto solo parte de la premisa de “transformar” y “modificar” sin pretender conservar lo valorable del Código en vigencia o de las Ordenanzas aprobadas con posterioridad. Solo apela a «transformar» sin pretender conservar (o poner en valor) las características paisajísticas, ambientales, económicas, ecológicas, geográficas que cada distrito presenta en la actualidad.

Se adopta como hipótesis de base que el código en vigencia es “muy viejo”, está desactualizado, y por ello debe modificarse íntegramente, incluyendo en esta decisión a ordenanzas como la N°8231 que fuera aprobada en el año 2006. Dicha Ordenanza, como muchas otras más, aún no han podido implementarse en forma plena como para poder evaluar su validez, su eficacia, su eficiencia, su razonabilidad y el impacto ambiental, positivo o negativo, generado en el distrito de zonificación donde se encuentra en vigencia.

El proyecto no contempla las necesidades de la “ECOLOGÍA URBANA”, ni tampoco adopta un SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL con objetivos ambientales cuantitativos ni limitaciones en cuanto a la generación de contaminantes durante la intervención humana futura de los distintos distritos. No se fijan metas para la prevención de la contaminación ni tampoco se establecen herramientas o sistemas enfocados a controlar procesos de producción de una empresa u otra organización, y de las externalidades que de ellos deriven al medio ambiente.

Se limita a satisfacer las necesidades de reducidos sectores de la sociedad (inmobiliario, construcción), dando la espalda al resto la comunidad. Atiende necesidades económicas de pocos para quitarles a todos la posibilidad de un mejor desarrollo urbano, SOSTENIBLE Y SUSTENTABLE, en favor de todos los ciudadanos de Resistencia.

El proyecto usa el término “Desarrollo sostenible” y como contradicción la propuesta no está acompañada por un PLAN INTEGRAL DE INFRESTERUCTURAS que esté articulado y/o coordinado con Organismos Provinciales. Se plantean aumentos de densidad de población en Distritos sin Infraestructura complementaria completa.

Este proyecto no incluye un estudio y diagnóstico previos del impacto ambiental que supondrá su puesta en valor que, a su vez y consecuentemente, justifique las modificaciones planteadas en el mismo. Atenta contra el derecho privado, individual y colectivo, desoyendo tanto las necesidades del vecino en particular como de la comunidad en su conjunto. Se puede observar que las modificaciones intentan dar respuesta a diagnósticos puntuales y necesidades básicas del presente, sin elaborar propuestas de mejoras para el mediano y el largo plazo. El proyecto afecta presente y futuro de la ciudad. El error que hoy se cometa en las definiciones y lineamientos de este nuevo código serán acciones irreparables para las generaciones futuras.

Consideramos a esta propuesta extemporánea y no prioritaria. Existen en la ciudad deficiencias y conflictos a resolver que preceden en urgencia a esta propuesta de cambio Aceptamos que la necesidad de actualizar el código de planeamiento urbano es válida, pero resulta inaceptable que sea abordada de una manera tan básica y llana en conceptos técnicos. Consideramos a este proyecto como una PRIMERA TENTATIVA de solución que deberá retornar al período de estudio-diagnóstico a fin de su reelaboración y puesta en valor, sumando conceptos, ideas, actores y visiones enriquecedoras que, junto a diferentes actores, profesionales, especialistas y colectivos de nuestra sociedad, con gusto estaremos dispuestos a aportar.

Son numerosas las voces que se alzan denunciando la no viabilidad de este proyecto y reclamando un estudio técnico-científico mucho más profundo y eficaz, que abarque muchas más visiones, opiniones y posturas.

Un nuevo código de planeamiento urbano debe INEXORABLEMENTE promulgar los lineamientos de la ciudad del futuro de aquí a 30 años. Debe definirse en total compromiso con mejorar la calidad de vida de sus habitantes; prever y planificar vías de comunicación y redes de infraestructura necesarias; promover el cuidado y la preservación del medioambiente, fomentando el desarrollo económico comprometido con todos los preceptos antes mencionados, para ésta y las generaciones por venir.

Es hora de pensar más allá de los intereses predominantes, es hora de pensar en LA CIUDAD que deseamos para nuestros hijos y nietos. Es hora de tomarse la tarea con la seriedad que la misma amerita, sumando voces, opiniones, visiones diversas, con el aporte de profesionales y especialistas con experiencia probada y tomando en cuenta ejemplos exitosos de otras ciudades.

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