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La dispuso la jueza de Faltas de Barranqueras, Sandra Saidman. Fue a pedido de una joven quien denunció a un sujeto por abuso sexual y, desde ese momento, los padres del acusado la hostigaron a través de Facebook, llamadas telefónicas y mensajes de whatsapp. La magistrada estableció que, en caso de que se repitan estas acciones, los agresores deberán ser detenidos inmediatamente.

La jueza de Faltas de Barranqueras, Sandra Saidman, dispuso una medida cautelar de cese de hostigamiento digital en favor de una joven quien sufre ciberacoso por parte de los padres de un sujeto que ella denunció por abuso sexual y que próximamente será enjuiciado. Es la primera medida contra la violencia digital que se da en nuestra provincia.

Según pudo saber LITIGIO, la causa se inició el lunes de esta semana con la presentación de la víctima ante el juzgado de Barranqueras, donde relató que desde que denunció a un sujeto por abuso sexual, su vida se convirtió en un infierno. Es que, a partir de abril del año pasado, los padres del abusador iniciaron una feroz campaña de ciberacoso en su contra.

En este sentido, comentó que estas personas llamaban a su mamá para hablar mal de ella y hasta se hicieron pasar por funcionarios de una fiscalía con la intención de recabar datos personales respecto de dónde vivía y qué hacía. Por este motivo, su madre tuvo que cambiar varias veces de número telefónico.

Además, contó que la madre del abusador le enviaba amenazas a través de whatsapp y cada tanto la “escrachaba” subiendo a páginas de Facebook fotos de ella en bikini en donde la acusaba de haber realizado una falsa denuncia contra su hijo y de ser promotora de una “causa armada” por resentimiento. A todo esto, se le sumó también que durante las marchas que realizaban para apoyar al abusador, pasaban frente a su casa donde volvía a sufría escraches de todo tipo.

Fue tal el hostigamiento por parte de los familiares del denunciado que tuvo que cambiarse de casa. Se fue del hogar de sus padres hacia el de su novio y luego se mudó a Formosa, a la vivienda de los abuelos de su pareja. Actualmente, la joven tiene problemas para conciliar el sueño, está siempre nerviosa y tiene pánico a cruzarse con los padres de su abusador.

Ante esta situación, la jueza Saidman dispuso una serie de medidas para proteger la integridad psicofísica de la víctima y evitar que este hostigamiento y violencia digital (también conocido como ciberacoso) continúe.

En primer lugar, ordenó a los denunciados que cesen en forma inmediata los actos de perturbación o intimidación que directa o indirectamente, mediante la utilización de redes sociales y/o cualquier otro medio informático, mensajería instantánea y telefonía celular realicen hacia la denunciante bajo apercibimiento de incurrir en el delito de desobediencia de una orden judicial.

También se ordenó a la comisaría de la jurisdicción, se dispongan las medidas de seguridad necesarias para garantizar la seguridad de la joven estableciéndose toda otra medida acorde, a efectos de evitar la repetición de todo acto de perturbación o intimidación, agresión y maltrato de los agresores hacia la víctima. La autoridad policial deberá acudir en forma inmediata a su auxilio, cuando la misma lo requiera.

Finalmente, se requirió al Equipo Interdisciplinario de Asistencia a las Víctimas de la Violencia Familiar de la Provincia que, en forma urgente y sostenida, brinden asistencia psicoterapéutica a la joven.

Fundamentos

En los fundamentos de su sentencia, Saidman abordó la cuestión del ciberacoso, y en particular del que sufren las mujeres en redes sociales. “Las mujeres jóvenes son más vulnerables al daño del ciberacoso por la desigualdad en la consideración y valoración social a la que se someten los comportamientos y las imágenes de las mujeres en la relación de pareja, por lo que su vivencia es muy traumática”, recoge Saidman al citar el texto “Ciberacoso como forma de ejercer violencia de género”, publicada por el gobierno español.

La cita continúa al señalar que “los estereotipos tradicionales que siguen existiendo en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, con valores sexistas, se siguen proyectando en la violencia de género ejercida en el mundo de internet y las redes sociales. Es importante destacar la facilidad que internet tiene para alcanzar a la mujer víctima de violencia de género sin necesidad de tener contacto físico con ella”.

“Entiendo que el hostigamiento es un acto que tiende a perjudicar a una persona, de manera intencional y de forma insistente y continua y que en el presente, encuadraría en las disposiciones del Art. 139 ter C.F.(Hostigamiento digital), definido como una acción realizada mediante medios digitales (TIC´s) de manera sistemática y sostenida con la intención de perturbar, injuriar, dañar, molestar, desprestigiar o ridiculizar a otra persona y que perdura en el tiempo y que afectan al desarrollo de una persona”, argumentó Saidman en su escrito.

También remarcó que esta medida cautelar se enmarca dentro de una perspectiva de género. “Resulta indispensable juzgar en base a principios de perspectiva de género toda vez que la cuestión se enmarca en el contexto de una situación de violencia contra la mujer. Acreditado el contexto de ‘violencia de género’, resulta de aplicación la jurisprudencia emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la perspectiva de género al juzgar, poniendo igualdad donde no la hay”, mencionó la jueza al citar un fallo de 2017 de la Cámara de Apelaciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fuente: Litigio.com.ar

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