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Una médica decidió realizar una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) a una paciente menor de edad y les pidió a dos enfermeras que la asistieran. Pero las profesionales se negaron y fueron sancionadas. A modo de protesta, allegados a las trabajadoras de la salud se manifestaron este martes en la puerta del centro médico en cuestión.

El hecho sucedió el pasado 12 de septiembre en el Centro Integral de Salud Cimyn, ubicado en calle Catamarca al 400 de la ciudad de San Juan que, tras la negativa de las enfermeras a participar del procedimiento, decidió sancionarlas por “abandono de persona”.

La abogada de Karen Balmaceda y Victoria Soria, expresó que sus patrocinadas optaron por apegarse al derecho de objeción de conciencia. Sin embargo, más tarde, una de ellas cambió su decisión “por temor a represalias”. “La asistieron en todo momento, pero no querían participar de la práctica abortiva”, indicó la letrada Mónica Lobos y denunció que en el Centro de Salud no hay protocolo para la IVE.

También aseguró que la enfermera que participó lo hizo “por miedo”. A ella, las autoridades de la clínica la sancionaron con dos días de suspensión. La mujer que no asistió en cambio, recibió ocho días de suspensión.

Tras tomar conocimiento de las sanciones, las enfermeras intentaron comunicarse con los directivos de la clínica pero, de acuerdo con el relato de ambas, nadie quiso escucharlas. En ese sentido, su abogada destacó que las notificaciones les llegaron dos semanas después. “Llama la atención que no hayan actuado rápidamente si sienten que las enfermeras con su abandono de persona ponen en riesgo a los pacientes”, apuntó.

Además indicó que va a solicitar la impugnación de la sanción en el ámbito laboral y que, como “las autoridades sabían de su objeción de conciencia e igual avanzaron contra sus derechos”, no descartan iniciar otro tipo de acciones legales.

Como muestra de apoyo, allegados y familiares de las profesionales de la salud se manifestaron esta mañana en la puerta de la Institución con pancartas que rezaban consignas como “Respeto a las enfermeras con objeción de conciencia”, “No a la persecución” y “Basta de imposición ideológica y de violencia laboral”. Del reclamo también participó una de las damnificadas: Karen Balmaceda.

Balmaceda trabaja desde hace tres años en la clínica. De acuerdo el relato que brindó al Diario de Cuyo, ella y su compañera Victoria Soria asistieron a la paciente que se sometería a un aborto en todo momento, pero cuando fueron solicitadas para ayudar con el legrado se opusieron.

“Nos negamos y la jefa médica nos llamó. Entonces mi compañera, por miedo a alguna represalia, lo tuvo que hacer de forma obligada. Me dijo: ‘Puse la chata y cerré los ojos’”, contó la enfermera que recibió ocho días de suspensión. Soria, en tanto, recibió dos días de sanción.

Según Balmaceda, tanto ella como su colega se encuentran en la lista de objetores de conciencia. “Ni bien salió la ley del aborto, notificamos a la clínica con una declaración jurada dando a conocer nuestra postura”, explicó e indicó que debería existir un protocolo para abordar este tipo de situaciones puesto que la misma ley exige que haya personal completo, entre médicos y enfermeros, para realizar una IVE.

Fuente: Infobae

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