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Los efectos de la sequía continúan provocando estragos en diversos sectores productivos de la provincia, afectando directamente a una gran cantidad de familias que buscan superar el oscuro panorama de diversas maneras. Tal es el caso de la producción del mamón, que en su última temporada disminuyó alrededor del 50%, en comparación con los períodos anteriores.

Al respecto, Fredy Frank, presidente de la Cooperativa del Alto Uruguay Limitada (CAUL), comentó que “todavía no tenemos una cifra exacta pero hemos perdido gran parte de la producción de mamón por efectos de la sequía. La caída ronda el 50%, es lo que calculamos en comparación con el nivel del año pasado, por el daño que hizo la sequía en todas las plantaciones de todo tipo, considerando además que el mamón es muy delicado”.

En la misma línea, sostuvo que “esto nos complica mucho porque veníamos trabajando bastante bien en los últimos tres años con dos firmas a nivel nacional. Teníamos una gran expectativa pensando que este año habría una gran producción que nos permitiría trabajar bien, pero eso no ocurrió”.

Además recordó que “el año pasado también sufrimos con la sequía pero no fue tan pronunciada como la de los últimos meses”, y cuestionó que “en nuestra zona también tuvimos muchos problemas con la energía eléctrica por el tema de los incendios”.

Cantidad de afectados

Consultado sobre la cantidad de afectados que se enfrentan a la compleja situación, Frank indicó: “Nuestros productores llegan a 150, los que forman parte de la CAUL. Es un número importante de afectados por esta situación. También hay otros productores que plantan para otras firmas que compran en la zona, por eso creo que en la región en total serán entre 300 a 400 productores de mamón”.

En la búsqueda de estrategias que ayuden a superar el duro contexto del sector, el presidente de CAUL comentó: “Estamos en contacto con el Gobierno provincial por esta cuestión, pero este año ya no se puede hacer nada porque la producción se murió. En la provincia ya vamos por el tercer año consecutivo con sequías graves que son cada vez más pronunciadas”.

“Las posibles soluciones se van a tener que pensar directamente para lo que es la producción de la próxima temporada, recordando que se empieza a plantar en agosto o septiembre y en el verano del 2023 se obtendrán los resultados de la producción”, completó.

Fuente: Primera Edición.-

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