Eric Vallejos es bombero del Cuartel 21 en la ciudad de Coronda, provincia de Santa Fe. Participó, junto a sus camaradas, de la búsqueda del pequeño correntino desaparecido el pasado jueves 13 de junio en 9 de Julio, Corrientes. Vallejos, el 22 de junio, publicó una emotiva carta que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
A continuación, compartimos la misiva completa:
“Hola mi pequeño amigo Loan, Soy Eric, bombero de Coronda.
No sabemos expresarnos muy bien. Pero sí sabemos qué sentimos.
Si bien nosotros, no teníamos la seguridad (al momento del llamado) si eras nacido en corrientes, nos alcanza ver un solo video tuyo, para poder llamarte niño correntino. Como vos, lector, y como yo, bombero Santafesino, de alpargatas, bombacha de campo, mirando de cerca la parrilla con el asado, practicando el zapateo al compás de las espuelas y hasta musiqueando con un acordeón abrazado al pecho. Fan de los almuerzos familiares, y sobremesa de naranjas.
Cuando llegó el llamado, uno de aquellos que nunca queremos que llegue, nosotros, los bomberos, tratamos de contener aquel volcán de emociones, centrarnos en nuestro rol profesional e ir a colaborar con tu búsqueda.
Angustia en el aire, pero abrazados a una esperanza de poder encontrarte en algún carrizal o en alguno de nuestros montes tupidos.
Allí fuimos.
En algunos casos con muchos recursos, y en otros, con menos. Pero todo bombero voluntario -y sus familias-, con ganas de ponerle la piel a la situación y esperanzados en traerte de nuevo a casa.
Cada grito dentro del monte o a campo abierto iba abrazado a esa esperanza… cada vez que mirábamos a lo lejos, nos parecía verte…
Le buscábamos forma de la huella de tus piecitos a cualquier cosa que veíamos en el suelo…
Cada vez que se acercaba el ocaso nos inundaba la tristeza…
Donde andará ese chiquito, travieso Correntino.
Días, noches, llovizna y hasta frío, nos quitaban cada día más ese puñado de esperanza. Y tratábamos de mentirnos entre nosotros, los bomberos, sosteniendo que habíamos recorrido poco, o que no hacía tanto frío, que tampoco era fuerte el sol, para poder imaginarte sanito.
En muchos de nuestros servicios, nos acostumbramos a compartir el dolor. Si, a compartir el dolor que pasa esa persona que marcó el 100 desesperadamente.
En este, es distinto. Hicimos nuestro aquel dolor, no lo compartimos.
Los días pasaron; Loan, la investigación y nuestras directivas nos han marcado que nuestro trabajo había finalizado. Nos tocaba volver a casa, a reencontrarnos con nuestra familia, pero un poco enojados con nosotros mismos por no poder devolverte a casa.
La única satisfacción es haber hecho todo lo humanamente posible. Desde nuestras familias, nuestros trabajos o patrones por los permisos, los que se quedaron de guardia, aquellos que recorrieron las más de 25.000 hectáreas, por aire, por agua y por tierra.
Vecinos y especialmente al Cuartel de 9 de Julio por habernos recibido, demás bomberos voluntarios, directivos, fuerzas de seguridad, a nuestros perros, y a todo aquel que directa o indirectamente colaboró con la búsqueda: Gracias.
Sabemos que aún estás entre nosotros y que en unos años vamos a poder leerte esta carta.
Aprendimos a quererte, te guardamos un uniforme y te decimos: no te rindas, toda la gente buena de un país te busca, vamos a encontrarte querido Loan”.