Por el Arq. Carlos Alabe – Referente de Fundación Ciudad Limpia
Como ciudadano inquieto y alérgico a la dejadez y la mediocridad, desde hace un buen tiempo atrás me calcé el overol del «ciudadano» y abandone definitivamente el cómodo sillón del «habitante», y con un pequeño grupo de otros ciudadanos nos pusimos a limpiar la Ciudad y arreglar parques, pintar escuelas, iglesias y hospitales, juntar basura, plantar árboles y cuanta acción solidaria se presentara, lo hicimos. Fue así que nació Ciudad Limpia y pudimos hacer un montón de cosas para nuestra comunidad y después Padres en la Ruta y salvamos un montón de vidas y tantas cosas que hacían falta y que fueron concretadas por personas comunes, simples ciudadanos.
Pero. Siempre hay un pero, hacía falta que nuestros funcionarios se sumen, se involucren, participen y abandonen sus despachos y fue así que uno de ellos, hoy Ministro de Gobierno, nos escuchó hace ya mucho tiempo, allá por el 2010 más o menos y desde entonces nos acompaña, gestiona y consigue cosas para nuestros proyectos comunitarios. Casa Garrahan Chaco, el Centro de Enfermedades Raras, La Casa de los Chaqueños en Buenos Aires, Padres en la Ruta, distribución de Insumos para nuestros hospitales y cuanto apoyo solicitado, nos contesta y dio respuestas.
También hay que decirlo, jamás nos pidió nada a cambio, su ayuda fue siempre genuina y con el solo objetivo de solucionar las necesidades.
Lamentablemente no es común que nuestros funcionarios estén tan cerca de la gente que trabaja por el bien común, pero también hay excepciones y una de ellas es el hoy Amigo de Ciudad Limpia y Padres en la Ruta, el Dr. Juan Manuel Chapo. Un funcionario que…funciona.