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Horacio Guillen fue detenido el jueves luego de sustraer una ambulancia del hospital 4 de Junio y chocarlo contra un camión en la ruta 95 a la altura de La Tigra. Su hermana, saturada por las críticas y las burlas, pidió que no lo juzguen y relató la dura historia por la que atravesaron y atraviesan Horacio y su familia.

Guillén es reconocido en la ciudad de Resistencia por su asidua presencia en la zona de la Plaza 25 de Mayo y por participar de las diferentes manifestaciones exponiendo su particular coreografía. Ayer fue detenido en la localidad de La Tigra, luego de llevarse una ambulancia del estacionamiento del nosocomio de Sáenz Peña y chocarlo horas más tarde, sobre la ruta 95 sin que se registraran lesionados en dicho siniestro. Según el informe policial, Horacio es un paciente psiquiátrico.

Luego de la repercusión que tuvo el hecho y la exposición de Horacio, su hermana Soledad Guillén, utilizó su cuenta de Facebook para reflexionar sobre el trato de los demás para con su hermano y narrar una historia cargada de adversidades.

“Hoy me dio ganas de contestar esa frases que muchas veces leí y escuche. “Dale una copita de vino, sabés cómo te baila”. “Que hace suelto ese loco”. “Enfermo”. Pero alguna vez se preguntaron por qué él está así?. No verdad, fácil es hablar sin saber por lo que el paso. Fácil es condenarlo. Fácil es reírte de su estado. Pero nunca le preguntaron a él porque decidió esa vida?”, cuestionó Solee Guillen.

“Están en todo su derecho de culparlo. Pero nunca juzgarlo, de eso se encarga Dios”, indicó y manifestó el dolor que sienten ella y su familia al ver las críticas y las burlas de las que es objeto su hermano. “Y seguramente más de uno habrá dicho ¿y la familia? ¿Qué hacen que no lo internan? ¿Qué hacen que no se preocupan?. La familia siempre está”, aseguró. “Él siempre tuvo y tiene las puertas abiertas de la casa, ropa limpia, un plato de comida y comodidades, pero él eligió eso”, contó.

Soledad, además contó que su hermano era un laburante como todos, un amigo del barrio, un hijo perfecto y un día se levantó así. “No saber que es su pensamiento o decisión así como lo ven es nuestro hermano. No saben lo que es que desaparezca días, meses sin saber de él, donde duerme, si come o el solo hecho de si está vivo”, se lamentó.

Una de la publicaciones en su red social de Solee Guillen contando la historia de su hermano Horacio.

Con nostalgia, su hermana recuerda que Horacio “era ese hermano mayor que complacía caprichos, ese tío que estaba presente siempre y ni hablar de hijo. Me acuerdo que todos los sábados al salir de su trabajo ya le traía una Fanta a Mamá, esa era su preferida”.

La inestabilidad laboral del pueblo lo llevó para el Sur. Allí trabajó durante mucho tiempo, pero al regresar, hace unos 15 años, se produce el quiebre en Horacio. “Empezó a tomar, salir días y no volver, ya empezaba a venir tomado, sucio ya era otra vida la que estaba viviendo. Pero mis padres siempre estuvieron”, contó su hermana.

Los padres de Horacio, según su hermana, acudieron a médicos, Iglesias y curanderos buscando un bienestar para su hijo. Hasta que su madre se enfermó y murió “de tristeza y angustia de ver como todos trataban se reían y apuntaban con el dedo a su hijo”

“No juzguen, mejor agradezcan por la  vida que les tocó. Hay una historia detrás de cada persona, una razón por la cual son como son. Piensa en eso antes de juzgarlo”, fue el sano consejo de Soledad Guillén.

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