Vanina Franco, trabajadora de la Línea 137, se refirió a la necesidad de reunirse con las próximas autoridades provinciales para asegurar la continuidad de la línea de asistencia a víctimas de violencia de género.
«La mayoría del personal trabaja en la línea hace 12 años y con esta transición con tanta incertidumbre, sabemos que lo que se viene es difícil para las políticas públicas creadas sobre violencia de género», dijo.
«Venimos trabajando las 24 horas, los 365 días del año, esperando poder seguir con el trabajo», manifestó en una entrevista en Radio Libertad.
«Somos 20 personas y mensualmente atendemos entre 300 o 400 llamadas, a veces 500. Generalmente a fin de año se duplica la cantidad», indicó.
«Nosotros venimos siendo precarizados desde el inicio de la línea y luego en la Secretaría se nos brindó una ayuda más, pero que en el cambio de gobierno se cortará. La mayoría somos becados y al terminarse eso quedaríamos 12 personas, porque no tenemos ningún tipo de seguridad respecto a la continuidad, estamos a la espera», dijo.
«Con el nuevo presidente, sabiendo que el Ministerio de la Mujer no va a existir, dependemos de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros de la provincia que tampoco va a seguir. Por eso estamos a la espera de ver a dónde vamos a cumplir tareas», siguió.
«Queremos tener la posibilidad de que nos reciban, tener una charla y no estar a la expectativa de lo que puede pasar. La línea es ley desde su inicio, pero todos los trabajadores estamos precarizados», manifestó.
«Somos una de las provincias con mayor cantidad de femicidios y es lamentable porque a pesar de la asistencia, sabemos que siguen ocurriendo. Queremos continuar con este trabajo integral, independientemente del lugar en el que estemos», concluyó.