
Alejandro Emmanuel Meza era intensamente buscado desde el sábado 3 de mayo. Según su familia, había coordinado la venta de una cadenita de oro con dije. Testigos manifestaron que lo vieron con otros dos hombres en un vehículos. Detuvieron a dos hombres, uno de ellos reconoció ser el asesino y precisó el lugar donde arrojó el arma homicida.
A raíz de la denuncia por desaparición realizada el 3 de mayo, por una mujer de 45 años, en la que informó la desaparición de su hijo de 25 años, Alejandro Meza, la Comisaría de Machagai activó el protocolo de búsqueda en materia de desaparición de personas, y dio intervención a la fiscalía en turno y las dependencias policiales.
Del caso también tomó intervención la División Investigaciones de la localidad de Sáenz Peña, quienes rápidamente iniciaron entrevistas con familiares y allegados, establecieron información precisa que Alejandro había estado con otras dos personas al momento de su desaparición.
En esa línea investigativa, y gracias a la declaración de un hombre, supieron que éstas dos personas lo habían llevado en un automóvil Renault Logan. Esta información fue contrastada con el relevamiento de las cámaras de seguridad del lugar indicado y los horarios claves. Para los investigadores, todo lo recabado fue de suma importancia para esclarecer el caso. En patrullajes por inmediaciones de la calle Carlos Gardel hallaron el automóvil en cuestión y procedieron al secuestro.
Además, solicitaron oficios judiciales para la apertura de antenas de abonado telefónico perteneciente a Alejandro, mediante esta herramienta se pudo conocer los últimos movimientos del joven, y de uno de los involucrados.
Con toda esta información, la Fiscalía N° 1 a cargo del Dr. Cesar Collado de la localidad de Sáenz Peña dispuso la aprehensión de dos personas. Inmediatamente los investigadores desplegaron tropas para arrestarlos.
El lunes, fueron detenidos un hombre de 35 años y otro joven de 21. El mayor en su declaración confesó haber cometido el crimen, había disparado con un arma de fuego a Alejandro. Mientras que su colaborador de 21 ayudó a esconder el cuerpo.
A partir de la declaración del supuesto asesino, otro grupo de policía se dirigió a un camino vecinal del Pueblo Viejo donde hallaron un revólver calibre 38 largo de 6 alvéolos, utilizado en el hecho.
Luego, a 5 kilómetros al oeste del casco urbano a la vera del camino vecinal de Colonia Uriburu, hallaron el cuerpo de Alejandro. Al lugar arribó el Fiscal Collado y el Gabinete Científico del Poder Judicial para realizar las pericias y el levantamiento del cadáver.
Finalmente, se instruyeron actuaciones judiciales caratuladas “Supuesto Homicidio Agravado”.