Luego de las nuevas restricciones en el marco de la pandemia por COVID-19 anunciada por el presidente Alberto Fernández, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reclaman un auxilio financiero, impositivo y previsional para evitar el colapso de las pymes.
La medida regirá desde este sábado 22 de mayo a las 0 horas hasta el domingo 30 de mayo inclusive. Las mismas suspenden las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial. En el ámbito comercial, sólo estarán habilitados los considerados esenciales, los comercios con envío a domicilio y para llevar.
“Desde hace más de un año se sostiene personal inactivo por ser considerado vulnerable al coronavirus, a eso se suma una drástica caída de las ventas, que en algunos rubros superó el 30% en la comparación interanual, el incremento de costos por la inflación y hasta la creación de nuevos impuestos, como la tasa «covid» que cobran algunos municipios”, reclamó Gerardo Díaz Beltrán, presidente de CAME. «La supervivencia de las pymes se torna insostenible», aseguró.
Para el titular de la entidad representativa de las pymes «el gobierno deberá plantear un plan de contingencia con suspensiones de todos los cargos impositivos, financieros, patronales y restablecer la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)». En este sentido apuntó también hacia los gobernadores a quienes pidió que “adopten medidas especiales para evitar el cierre de más empresas”.
Las pymes movilizan el 70% del empleo privado del país y, por el impacto de la primera cuarentena estricta, CAME registró un cierre masivo de comercios que alcanzó a un 15.6% de los locales del país, que representan más de 90 mil comercios. «Hay sectores terriblemente afectados que ya no tienen margen para reconvertirse ni mantener la actividad», sentenció Díaz Beltrán.