Por Raúl Bittel, Secretario General – Partido Justicialista – Distrito Chaco
El 1 de julio se cumplen 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, un líder cuya visión y obra siguen siendo faros de esperanza y guía para la Argentina y para nuestra provincia del Chaco. Recordar a Perón es reafirmar nuestro compromiso con sus tres legados fundamentales como refiere la compañera Aritz Recalde: su vasta obra intelectual, su modelo de organización política y su papel como constructor de una Argentina moderna e integrada socialmente.
El legado intelectual de Perón
Perón no solo fue un líder político, sino también un pensador prolífico. Su obra abarca una amplia gama de temas, desde la historia y la filosofía hasta la organización política y estatal. Obras como “La Comunidad Organizada” y “Conducción Política” son referencias obligadas para entender el pensamiento peronista. En el Chaco, debemos mantener vivo este legado, promoviendo la lectura y el estudio de sus escritos entre nuestros jóvenes y militantes, asegurando que su visión siga inspirando nuestras acciones.
El Organizador Político y Doctrinario
El modelo de organización política diseñado por Perón, con la “Comunidad Organizada” y la “Tercera Posición”, sigue siendo una guía para nosotros. En un momento en que los partidos tradicionales mostramos signos de agotamiento, el Movimiento Justicialista se erige como una alternativa inclusiva y plural. Nuestro desafío en el Chaco es fortalecer esta estructura, promoviendo la unidad y la participación activa de todos los sectores de la sociedad.
El constructor de la Argentina moderna
Perón transformó Argentina, impulsando la industrialización y el desarrollo social. Hoy, más que nunca, debemos recuperar ese espíritu. La realidad actual nos enfrenta a desafíos enormes: altos niveles de pobreza e indigencia, un sistema de salud y educación en crisis y un mercado laboral precarizado. Estos problemas requieren soluciones integrales y sostenibles, siguiendo el ejemplo de planificación estratégica que Perón nos legó.
Perón dejó una impronta imborrable en la política argentina, basada en la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Estos principios son hoy más relevantes que nunca, dado el panorama adverso que enfrentamos. El peronismo siempre ha abogado por la inclusión y la mejora de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables. Este legado nos impulsa a trabajar incansablemente para revertir la actual situación de crisis.
Realidad política actual
Hoy, el peronismo se encuentra en la oposición tanto a nivel provincial como nacional. Esta posición nos desafía a ser una fuerza crítica y constructiva frente a las políticas implementadas que han deteriorado la calidad de vida de los argentinos. Los últimos datos sobre pobreza e indigencia son alarmantes. Según informes recientes, la pobreza en Argentina supera el 60%, mientras que la indigencia escala a más del 15%. Estos números reflejan una profunda crisis económica, exacerbada por la inflación y la devaluación del peso.
El acceso a la educación y la salud también ha sido afectado significativamente. La falta de inversiones adecuadas y políticas efectivas ha dejado a muchas familias sin acceso a servicios básicos esenciales. En este contexto, es imprescindible diseñar y proponer alternativas que realmente respondan a las necesidades de nuestro pueblo.
Reconocer al Partido Justicialista como uno de los partidos tradicionales de Argentina es crucial. Desde su fundación, el PJ ha sido una fuerza dominante en la política nacional, abogando por los derechos de los trabajadores y el desarrollo de una industria nacional fuerte. Los resultados de las últimas elecciones nos han interpelado y nos obligan a revisar nuestras estrategias para reconectar con la ciudadanía.
Es necesario volver a las bases del peronismo, a las políticas que Perón implementó con éxito: el reconocimiento de derechos, el fortalecimiento del sector trabajador y el desarrollo de una industria nacional robusta. La autocrítica sobre la política salarial y el desarrollo industrial subraya la necesidad de retomar estos principios fundamentales.
Debemos trazarnos objetivos concretos que retomen la agenda del ciudadano que espera respuestas que nuestro espacio político no ha dado en los últimos años, y que nosotros sabemos que el gobierno actual no dará.
Corto plazo
Empleo Formal: Fomentar políticas que incentiven la creación de empleo formal mediante programas de capacitación y el apoyo a pequeñas y medianas empresas.
Distribución del Ingreso: Implementar medidas de emergencia para aumentar el salario mínimo y ajustar las jubilaciones acorde a la inflación.
Seguridad: Reforzar la seguridad a través de la modernización de las fuerzas de seguridad y la implementación de políticas preventivas en las comunidades más vulnerables.
Mediano plazo
Educación y Salud: Asegurar una inversión sostenida en el sistema educativo y de salud, garantizando el acceso universal y de calidad.
Desarrollo Productivo: Promover la diversificación de la economía provincial mediante incentivos a sectores estratégicos como la agricultura, la industria y la tecnología.
Infraestructura: Invertir en infraestructura básica para mejorar la conectividad y la calidad de vida en zonas rurales y urbanas.
Largo plazo
Sostenibilidad Económica: Lograr una economía sostenible con políticas específicas que incluyan la estabilidad económica, el superávit fiscal y la creación de riqueza a partir del desarrollo de la industria nacional.
Estabilidad Económica: Implementar medidas que aseguren la estabilidad económica, evitando déficits fiscales crónicos y controlando la inflación.
Superávit Fiscal: Promover un superávit fiscal que permita la reinversión en infraestructura y servicios esenciales sin necesidad de endeudamiento externo. Como planteaba Néstor Kirchner, es vital que el país no gaste más de lo que ingresa.
Independencia Económica: Desarrollar políticas que fomenten la independencia económica a través del desarrollo de industrias nacionales y la creación de empleos de calidad. Esto implica superar la restricción externa asegurando una balanza comercial positiva y acumulando reservas internacionales.
Desarrollo Industrial: Impulsar una fuerte industria nacional, invirtiendo en tecnología e innovación, y promoviendo exportaciones de valor agregado para generar divisas.
Equidad Social: Reducir significativamente la pobreza y la indigencia mediante una distribución más equitativa del ingreso y la riqueza.
Participación Ciudadana: Fortalecer la democracia y la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas a través de mecanismos de consulta y transparencia.
Al conmemorar los 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, reafirmamos nuestro compromiso con sus ideales y trabajamos para construir un futuro más justo y próspero para todos los argentinos. Es momento de unirnos y redoblar esfuerzos para enfrentar los desafíos actuales con la misma visión y determinación que caracterizó al peronismo desde sus inicios.