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Los autores del proyecto, que será discutido en comisiones, consideran «innecesarios los estilos inclusivos que complejizan tanto la lengua como su enseñanza en las instituciones educativas». Una iniciativa de similares características fue presentada en el congreso nacional en junio pasado por integrantes de una organización de abogados antifeministas.

El proyecto, que lleva la firma de los legisladores de la bancada opositora Carina Batalla, Débora Cardozo, Carmen Delgado, Alicia Digiuni y Livio Gutiérrez, propone prohibir el uso del lenguaje inclusivo en documentos oficiales, “así como de cualquier otra forma diferente de la lengua oficial adoptada por la República Argentina y la Provincia del Chaco”, señalaron. Además, solicitan que dicha norma alcance a todos los documentos oficiales emitidos por los tres Poderes del Estado, así como por sus organismos descentralizados y autárquicos.

Como fundamento, los autores citan a la declaración firmada por José María La Greca, Académico Secretario de la A.N.E, quien asegura que «no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás».

El mismo autor concluye que «el llamado lenguaje inclusivo supone alterar artificialmente el funcionamiento de la morfología de género en español, bajo la premisa subjetiva de que el uso del masculino genérico invisibiliza a la mujer, ya que el uso de la @ o de las letras ‘e’ y ‘x’ como supuestas marcas de género inclusivo, es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género».

Es por ello que los legisladores consideran que son «innecesarios los estilos inclusivos que complejizan tanto la lengua como su enseñanza en las instituciones educativas». Asimismo, se alteran «hasta formas que resultan incómodas para el sano sentido común de la sociedad» y «no contribuyen a señalar la igualdad de los sexos, sino que, por el contrario, sugieren la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos».

Vale recordar que en junio pasado, Cynthia Ginni y Patricia Paternesi, integrantes de una organización de abogados antifeministas, presentaron un proyecto de ley ante la Cámara de Diputados de la nación que también buscaba prohibir la utilización del lenguaje inclusivo tanto en escuelas como en documentos y actos oficiales.

Entre sus objetivos destacaban la de evitar alteraciones gramaticales y fonéticas que “desnaturalicen el lenguaje”, además de evitar que se genere “una barrera” para los niños que tengan dificultades para entender el lenguaje. “Su mala utilización podría no sólo obstaculizar la lecto escritura y su comprensión, sino también significar una barrera para aquellos que tienen más dificultades”.

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