Se trata de unos 800 efectivos que deberán realizar teletrabajo y entregar su arma reglamentaria por no contar con el esquema de vacunación completo. «Si no va a actuar como policía se le retira el arma», sentenció Emilce Chimenti, jefa de la Policía de Santa Fe.
«La gente que está su domicilio, que no porta arma, no puede salir a hacer ninguna otra tarea de seguridad en el ámbito privado, como servicios adicionales; que son donde más se exigen los pases sanitarios», agregó.
Para justificar una medida, que además de inseguridad, implica temor en la sociedad, el gobierno provincial explicó que “es en resguardo al personal y a la gente con la cual tiene que interactuar ese personal policial que no está vacunado».
Asimismo, resaltaron la baja cantidad de policías no vacunados y que “más del 95% de la población policial está vacunada con las dos dosis y la mayoría está recibiendo la tercera”.