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El ministro de Salud, Chris Hipkins, presentó el mandato de vacunas aprobado, que entrará en vigencia de aquí a fin de año, y que afecta a miles de trabajadores del sector educativo y sanitario. Aquellos que no se vacunen tendrán que someterse a pruebas semanales de Covid-19.

En este sentido, Hipkins remarcó que la mayoría de estos trabajadores ya fueron inmunizados, pero igual es una medida «necesaria» para asegurarse que todos lo estén. «No podemos dejar nada al azar y lo estamos haciendo obligatorio», indicó.

En concreto, el personal sanitario que lleve a cabo trabajo de «alto riesgo» estará obligado a vacunarse. Esto incluye a todos los trabajadores de la salud en sitios donde se trata a personas vulnerables, como hospitales, así como médicos, atención primaria, farmacéuticos y enfermeras, entre otros. La medida también se aplicará en el sector sanitario privado, lo que incluye al personal que trabaja en residencias de ancianos.

En cuanto al sector educativo, Hipkins agregó que también tendrán que tener un registro de vacunación para los estudiantes. «No es una decisión fácil, pero necesitamos que las personas que trabajan con comunidades vulnerables que aún no han sido vacunadas den este paso adicional», explicó.

Hasta la fecha, más de 2,3 millones de personas en Nueva Zelanda recibieron dos dosis de la inoculación, lo que representa casi el 55% de la población.

Fuente: Ambito.com

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