Lo constataron agentes del Senasa en 300 trampas ubicadas en 9 departamentos provinciales, mediante el monitoreo permanente.
El monitoreo permanente realizado por agentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en 300 trampas de picudo del algodonero ubicadas en 9 departamentos de la provincia de Chaco permitió constatar un aumento de la presencia del insecto propio de esta época del año.
Esta situación ocurre debido a que con la destrucción de los rastrojos se le quita al picudo el lugar en donde vive y el insecto que migra es atraído por la feromona de las trampas, además en la última semana se registraron temperaturas superiores a los 25 grados lo que insidió en la movilidad de la plaga que prefiere las altas temperaturas.
En la etapa de fin de cultivo se solicita a quienes produzcan algodón, destruir los rastrojos inmediatamente después de realizar la cosecha y, de cara a la nueva campaña, 30 días antes de la siembra activar las trampas para tener conocimiento de la cantidad de población que quedó viva.
«En esta época del año es esperable una presencia importante de picudo porque está saliendo de un cultivo de ciclo intermedio-largo y su tasa de crecimiento tiene sus picos entre marzo, abril y mayo dependiendo el año agrícola que se atravesó”, explicó Julio González, responsable del Programa Picudo en el Centro Regional Chaco Formosa del Senasa.
De manera periódica, agentes del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa monitorean las estaciones de muestreos con 300 trampas ubicadas estratégicamente en lotes de algodón que se encuentran en los departamentos O´Higgins, Fontana, Comandante Fernández, Quitilipi, Independencia, Maipú, 9 de Julio, 12 de Octubre y Almirante Brown.